“Vos venís cuando quieras, que yo te doy las llaves y las vas vichando”. Con estas palabras disparadoras, las cerca de 20 mil imágenes que estaban guardadas en un subsuelo de la calle Soriano empezaron a cobrar vida luego de haber sobrevivido a las inclemencias de la humedad, el polvo y la desmemoria.
La Secretaría Nacional del Deporte (SND) es actualmente la institución rectora de las políticas públicas en torno a la educación física, el deporte y la recreación en Uruguay, que tuvo como antecedente entre 2000 y 2005 al fugaz Ministerio de Turismo y Deporte (2000-2005), y entre 1911 y 1999 a la Comisión Nacional de Educación Física (CNEF), actor clave en el desarrollo deportivo del Uruguay durante el siglo XX.


En el año 2013, la licenciada en educación física Inés Scarlato se encontraba cursando una maestría en la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil), y como proyecto de tesis se planteó estudiar las “plazas vecinales de cultura física en 1913” en Montevideo. Esto la llevó al año siguiente a realizar un exhaustivo trabajo de campo, analizando las actas de la Comisión Nacional de Educación Física de la época.
“Estuve dos meses yendo todos los días a la sede de la SND en la calle Soriano. Y un día pregunté si había alguna foto, como para tener algún registro más… más allá de que yo estaba abocada a las actas”
Inés Scarlato


Y allí se enteró por medio de Martha Gomensoro, profesora de educación física y asesora en ese momento del Secretario Nacional del Deporte Ernesto Irurueta, que había un depósito en el subsuelo, bajo llave, al que nadie entraba, donde se habían guardado un montón de negativos, positivos y álbumes históricos de la CNEF. Allí fue Inés y se encontró con 96 álbumes que apenas se podían abrir. Sin moverlos mucho, tomó algunas fotos con su celular, y registró que además había un montón de negativos sobre vidrios con acetato, pasibles de ser recuperados.


Historias cruzadas
Año 2011. El 7 de julio de ese año se iban a conmemorar los 100 años en que se había creado la CNEF. Leonel de Mello y Ernesto Irurueta trabajaron para realizar una muestra fotográfica como conmemoración del evento. Allí se recuperan algunas imágenes específicas y sirve como antecedente en el vínculo con el Centro de Fotografía de Montevideo. Tres años más tarde, la entonces ministra de Turismo y Deporte, Lilián Kechichián firma con la intendenta Ana Olivera un acuerdo, para la recuperación de estas imágenes.
En la siguiente administración frenteamplista, el flamante Secretario Nacional del Deporte, Fernando Cáceres, activa dicho convenio y se le encarga a Arnaldo “Cheche” Gomensoro –profesor de educación física y especialista en historia de la disciplina- la reconstrucción histórica de las imágenes, intentando localizar las coordenadas espacio-temporales. Fueron dos años y pico de reconstrucción, que también contó con el trabajo de Inés Scarlato, ya con el título de magister bajo el brazo.


Finalmente la muestra y exposición “Testigos de la Cultura Física” (hasta el 27 de julio en la Fotogalería de Ciudad Vieja), se compone de 80 imágenes que fueron tomadas en el período 1914-1958. Tal vez con cierta óptica de lo que hoy podría ser el ámbito de la comunicación institucional, la CNEF contrató en 1914 al estudio Joseph Filliat y Cía; entre 1915 y 1916 a Rómulo Rossi; 1917 a 1957 a José Tato Lorenzo; y 1958 a Carlos Rodríguez.
El valor de estas imágenes al día de hoy es útil, entre otras cosas, para comprender el lugar que ocupó la CNEF. En el texto presentación de la muestra, se dice que “la Comisión creó federaciones deportivas y creó competencias, se encargó de dirigir la educación física en escuelas y liceos, formó profesionales y –junto a las comunidades locales- construyó y administró las plazas de deporte de todo el país, experimento único en la región”.


En la web de ISEF se puede documentar que desde 1935 se realiza el primer curso de salvavidas del país, y recién en 1936 se crea la primera brigada de guardavidas de Montevideo -integrada por 14 personas-. En 1938 la brigada ingresa al presupuesto municipal. Los cursos se dictaban por la CNEF. Se dictaban en la piscina de la ACJ (hoy Club Juventus) y luego en la del Club Neptuno.
Por su parte, en 1939 se crea el Curso para la Preparación de Profesores de Educación Física como dependencia de la CNEF, de tres años de duración, estableciéndose las condiciones de ingreso y los requisitos académicos básicos, y en 1942 egresa la primera generación de profesores. Recién en 1952 se cambia el nombre del Curso por el de «Instituto Superior» por iniciativa del entonces presidente de la Asociación de Alumnos de Educación Física, Alvaro Bonnet.


Algunas impresiones
Consultados Inés y Arnaldo por cuáles imágenes les llamaron más la atención, el “Cheche” optó por una con fuertes connotaciones políticas mientras que Inés cotejó lo que decían las actas que estudio en el período inicial de la CNEF (1911-1918).
“Hay una en la que está toda la plana del elenco gubernamental de la época. Es en medio de la primera Copa América de la Confederación Sudamericana de Fútbol, que se disputó en Montevideo en 1917. Estaban José Batlle y Ordoñez, impulsor de la creación de la CNEF; Pedro Manini Ríos, fundador del riverismo y vinculado a la Federación Rural, abuelo del actual senador Guido Manini Ríos; Feliciano Viera – presidente de la época- ; Celestino Mibelli –fundador de River Plate, primer gerente de la AUF, figura en del Partido Socialista y luego el Partido Comunista (clásica su anécdota entrando con overol en el centenario de la independencia en el Palacio Legislativo); Héctor Rivadavia Gómez, uno de los fundadores del diario “La Mañana” retrata el «Cheche».

Esto te da la pauta que desde el espectro político se dieron cuenta que el deporte generaba hegemonía, y al mismo tiempo podía ser un elemento de unificación e identificación en torno a la unificación del Uruguay”
Arnaldo «Cheche» Gomensoro
Por su parte Inés recuerda que en las actas que leyó se planteaba que “las plazas tienen que estar cercadas por algún tipo de tejido que permita a los transeúntes ver lo que hay allí adentro para allí ver lo que son buenos ciudadanos. Con una lógica de vitrina”. Al tiempo que la diferenciación por sexo era radical. “Estaba proyectado que haya un espacio específico para varones y otros para niñas. Obviamente el espacio de varones era más grande, pero se puede visualizar en las imágenes –por ejemplo en la plaza nº1- que el espacio no era muy grande, por lo que tuvieron que hacer un horarios diferenciados para cada sexo”.


Rápidamente, las plazas vecinas de cultura física pasaron a llamarse “Plazas de Deportes”. Concepciones y discursos higienistas. En el artículo de la revista Trama, Inés Scarlato plantea que “…cabe suponer que el desarrollo de los deportes, al menos en estas primeras dos décadas de funcionamiento de la CNEF, no ocurriría al margen de esta, sino lo contrario. Este organismo se colocará como protagonista en el proceso de homogeneización de las prácticas implicadas en el tiempo libre de la población, generando estrategias para regular y transformar (como vía para la erradicación) prácticas y costumbres que escapasen a los ideales de salud, moral e higiene, que impregnaron el pensamiento progresista de la época…”


2 comentarios
Geniales imágenes!! Qué bueno rescatar estas cosas.
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