l   junio 22, 2018   l  

Uruguay vs Arabia Uno x uno


Suárez anota el único gol del partido. Destáquese la actitud apática del arquero (de espaldas al útil) y la conducta pícara del seguridad de chaleco flúo que, medio de refilón, no se pierde el gol. ¡Así te quiero!




Por el lado de Arabia Saudita:

Mohammed Al-Owais: rima con Washington Tais. En el gol, salió cual Jorge Seré ante embate ofensivo de Adolfo Barán (2).

Osama Hawsawi: que el capitán de tu equipo se llame “Osama” infunde respeto. Controló a Urretavizcaya, pero claro, Urretavizcaya no jugó (2).

Ali Al-Bulaihi: expeditivo (1).

Mohammed Al-Breik: así como los equipos celestes están plagados de Jonatanes, en Arabia sobran los Mohammedes. Fue el mejor del fondo. #AndáAChequearlo (3).

Yasser Al-Sharani: batalló (1).

Salman Al-Faraj: de chiquito le hacían chistes con “el Patna de Salman”, pero claro, el pobre no los entendía. En el resto bien (1).

Hattan Bahebri: la 9 de Arabia le queda grande. En serio, debe ser como mucho un L y le dieron una XXL (2).

Abdullah Otayf: inquietó. De hecho, súbase a un avión con él y digamé si no se inquieta aunque más no sea un poco, en base al preconcepto, ¿verdad? (2).

Taisir Al-Jassim: ¿dónde vas, Al-Jassim? A jugar Al-Jardín, decía Taisir en una famosa publicidad de jugolín árabe de una marca que fue exitosa hasta que el Gabriel Pereyra saudí hizo cerrar la Ose de aquel país por demostrar que tenía gusto a petróleo, y el jugolín dejó de consumirse (2).

Salem Al-Dawsari: intentó (1).

Fahad Al-Muwallad: piensa que la pregunta de Rómulo era otra, pero lo cortaron y terminó preguntando lo primero que se le vino a la mente (2).

El Rafa Di Zeo árabe.

Ingresaron:

Mohamed Kanno: no es digno que un jugador de campo use el número 12 (2).

Housain Al-Mogahwi: diga que a Trump no le importa el fútbol, que donde vea que estaban Osama y Housain  en la misma cancha, lo menos que hacía era apretar el botón rojo. De hecho, Estados Unidos ha iniciado invasiones con fundamentos mucho menos sólidos que ese (1).

Mohammed Al-Sahlaw: pocos minutos en cancha (5).

El entrenador Pizzi: si ya es espiritualmente complicado quedar afuera de un Mundial, ¿qué me dice de quedar dos? Ojo que Sampaoli quiere emular a su colega argentino. En cualquier caso, un argentino que habla como Español y dirige a un equipo árabe, es una historia que no puede terminar de la mejor manera (1).

Por el lado de Uruguay:

Muslerita: igualó el récord de Mazurka, aunque Mazurka supo ser el mejor arquero del mundo mientras que el argentino es acaso el arquero que mejor posa con perros en Instagram del mundo (3).

Varela: precioso botija. Juega cada vez menos, pero… ¿a quién le importa? (2).

Josema: ante Egipto no le dedicó el triunfo al abuelo, que le aplicó nuevamente el encosto. Le dieron que la mejor forma de sacárselo de encima es saltando bien alto, de ahí el video que circula en las redes con el tipo saltando más que Michael Jordan en el certamen de hundidas del 87 (3).

Godín: su actuación en la publicidad en la que habla con un payaso es de las más convincentes de la triste historia de los futbolistas actores (4).

Cáceres: quédate con quien te cuide tanto como Cáceres a su depilación (2).

Vecino: el mundo se divide entre quienes aman a Vecino y quienes piensan que ni marca ni genera situaciones de gol. ¿Usted de qué lado está? Yo de éste (2).

Bentancur: no le parece bien que los canales de aire pasen los partidos que no le interesan a nadie (como Serbia – Suiza) y no pasen los de Argentina y Brasil. Ni que alguien se fuera a poner cable en pleno 2018 (2).

Sánchez: tres pelotas tocadas, dos asistencias. ¿Eso lo hace el mejor asistidor del mundo? Ah, no lo sé (3).

Tras ver el desempeño de Cebolla y Sánchez todos pensamos: “al final los que jugaron el primer partido no lo habían hecho tan mal”.

Cebolla: el típico jugador que, cuando está de suplente, piden que ingrese dada su condición de revulsivo. Y que, cuando entra, nos hace entender por qué no había entrado (1).

El propio Suárez: anotó el único gol del partido (lo hacía Hugo Silveira disfrazado del cocodrilo de Los Fatales). Luego no generó mucho, pero anduvo peleándose con cuanto árabe encontró. Sobre el final, recibió el mensaje de su suegro y asesor Balbi, que lo instó a abrazar al primer árabe que se le cruzara para evitar denuncias de cualquier tipo (4).

Promediando el primer tiempo, Cavani tiró una pelota al talud y acto seguido, pretendió remedar el rezo de los árabes, motivando todo tipo de improperio dirigido al ariete salteño. ¡Así no, Edinson querido! Así no…

Edinson Cavani: el hombre de los goles mundialistas poco importantes. De hecho lleva dos, y en esos dos partidos, Uruguay perdió. Y la pregunta que surge sola: ¿por qué dejan la pantalla partida en 4 durante las transmisiones de los canales privados? ¿Qué sentido tiene dejar a un Julio Ríos sobre un sofá rojo con los ojos inyectados en sangre, haciendo todo lo posible por no dormirse? Para pensar en la semana (2).

Ingresaron:

Torreira: buenos minutos del Ratón Enceguecido. “¿Dónde juega el chiquitito que entró?” preguntaba Mariano Closs, despectivamente. Ta, pero por lo menos Torreira está en octavos de final, eh, ¿Marianito? (4).

Creo que entró Laxalt: si fuera argentino, los niños de las villas se estarían haciendo su peinado. Ojo: también es cierto que si fuera argentino, lo putearían mucho más de lo que lo putean (2).

Hay quienes afirman que ingresó Nández, pero no se lo podría asegurar ante el fiscal de corte: cumplió con las expectativas, de por sí bastante bajas (1).

El colegiado de turno de origen francés: sin nada para reprocharle, acaso para desempañar en algo la imagen que nos quedó del referato galo tras lo hecho por el segundo Joel más famoso en 1986. Que por otra parte, lo echó bien al Charly, ojo, a no confundirse (4).

Yapa: nueva sección denominada “Nadie resiste archivo”, a la que acercamos un momento muy iluminado de mi amigo Fede Buysan, que hace un año y pico tuiteaba:

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