Al público del fútbol le gusta ver goles, tal vez por eso las goleadas llamen tanto la atención. Y si son en un Mundial, con toda la atención encima, resuenan todavía más. Con el 7-0 en su debut mundialista contra Costa Rica, España pasó a ocupar un lugar destacado entre las mayores goleadas de la historia de los Mundiales. Ese resultado conseguido por los dirigidos por Luis Enrique es, además, el más abultado en todas las participaciones mundialistas de la selección española. Hasta Qatar 2022, el triunfo por 6-1 frente a Bulgaria en el tercer partido de la fase de grupos de Francia 1998 –que no sirvió para pasar a Octavos- era la máxima goleada de La Roja.
Si queremos recordar una diferencia de siete goles en un partido por Copa del Mundo, hay que ir hasta Sudáfrica 2010 a la victoria por 7-0 de Portugal ante Corea del Norte. Para una goleada aún mayor, tenemos que retroceder en la línea de tiempo mundialista hasta Corea-Japón 2002, cuando Alemania le ganó 8-0 a Arabia Saudita. Y para la más amplia de la historia, todo sigue dirigiendo a España 1982, cuando Hungría derrotó por 10-1 a la selección de El Salvador que comandaba Jorge “Mágico” González.
Otras de las goleadas de mayor diferencia son el 9-0 de Yugoslavia a Zaire (hoy República Democrática del Congo) en Alemania 1974 y la victoria por el mismo resultado de Hungría frente a Corea del Sur en Suiza 1954. Hay dos partidos en los que la diferencia fue de ocho goles, y Uruguay fue protagonista de uno de ellos en 1950, cuando derrotó 8-0 a Bolivia (3 de Óscar Míguez, 2 de Juan Alberto Schiaffino, Ernesto Vidal, Julio Pérez y Alcides Ghiggia los restantes) en el único partido de la fase de grupos. Antes, en Francia 1938, Suecia le había ganado 8-0 a Cuba.
Con la reciente goleada de España a Costa Rica, los partidos mundialistas con diferencia de siete goles son cinco. Entre los otros cuatro, además del mencionado triunfo portugués ante Corea del Norte en 2010, también hay uno de Uruguay: el 7-0 a Escocia (3 de Carlos Borges, 2 de Óscar Míguez y 2 de Julio César Abbadie) en Suiza 1954. En ese mismo Mundial, Turquía también alcanzó el resultado de 7-0 contra Corea del Sur y, en Alemania 1974, Polonia derrotó 7-0 a Haití.
Son ocho los resultados con diferencia de seis goles en los 22 Mundiales (contando el de 2022) jugados hasta ahora. Tres de ellos fueron 7-1 y el primero ocurrió en Italia 1934, cuando el local venció a Estados Unidos. Los dos restantes tienen como protagonista a uno de los grandes animadores del torneo más esperado por el mundo entero, ya que los dos Mundiales jugados en Brasil fueron testigos del equipo local siendo partícipe de una goleada por 7-1, una de cada lado de la historia. En 1950, el equipo que se encaminaba al título como una aplanadora derrotó en el primer partido del cuadrangular final a Suecia por ese resultado; mientras que en 2014, le tocó ser derrotado por Alemania en la peor debacle de su historia. Los otros cinco son 6-0: Hungría a Indias Orientales Holandesas (hoy Indonesia) en 1938, Alemania Occidental a México y Argentina a Perú en 1978, la Unión Soviética a Hungría en 1986 y Argentina a Serbia y Montenegro en 2006.
Otras goleadas de las que Uruguay fue parte, de un lado y del otro, fueron: el 4-0 a Rumania (Pablo Dorado, Héctor Scarone, Juan Peregrín Anselmo y Pedro Cea) en la fase de grupos y el 6-1 a Yugoslavia (3 de Pedro Cea, 2 de Juan Peregrín Anselmo y uno de Victoriano Santos Iriarte) en la Semifinal, los dos en 1930. Para el final, queda el reverso de la historia en forma de la cachetada de Dinamarca y el 1-6 en México 1986. Porque también hay que contar las perdidas, incluso las que son por goleada.
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