l   septiembre 22, 2016   l  

D.T Juventud Fútbol a sol y sombra





Jorge Giordano es un entrenador de esos que el fútbol le sale por los poros: lo jugó, lo analiza, lo estudia y también lo enseña a futuros directores técnicos. Está permanentemente atento a la profesionalización y actualización. Tres veces por semana analiza los entrenamientos grabados con drones, se «obliga» a estudiar – por lo menos – 6 horas semanales y más allá de los recursos que tenga en el cuadro que esté dirigiendo pelea permanentemente por el carácter “profesional” del futbolista.

Desde hace casi tres años se encuentra dirigiendo a Club Atlético Juventud, consiguiendo la histórica participación en la Copa Sudamericana 2015 y el acondicionamiento de la infraestructura para el desarrollo del plantel principal y las formativas.

¿Cómo arranco tu vínculo con el fútbol?

Como cualquier chiquilín del interior me inicié en la Plaza de Deportes y luego fui a un cuadro de Baby Fútbol, que era San Remo. Luego, este equipo desaparece y me voy a Atlético Florida, que fue el equipo de toda mi vida, donde hice todas las formativas. Desde allí participé en las selecciones juveniles y luego me vine al fútbol profesional (Montevideo).

¿Cuándo dijiste “quiero ser técnico”?

Estaba jugando en Montevideo pero me empezaba a costar hacer contratos y entonces vi que tal vez podía seguir uno o dos años más como futbolista, pero no más, por lo que ahí empecé el curso de técnico en el Instituto Superior de Educación Física. Fue pensado como una salida laboral. Justo se dio que me fui a retirar como futbolista en Atlético Florida y al otro año ya era el Director Técnico.

Te caracterizas por un alto nivel de responsabilidad y exigencia, ¿de dónde traes eso?

Yo creo que el fútbol se ha modernizado mucho y éste ha superado a la organización que tienen las instituciones deportivas. No se piensa en infraestructura, ni en largo plazo y a las pruebas me remito: hay instituciones que andan bien un año y al otro ya no. Yo creo que hay cierta falta de profesionalismo, y que no se prevén ciertas cosas que no tienen nada que ver con el dinero.

Una de las funciones del entrenador es la organización del área deportiva y en eso si me considero un poco exigente y hasta “fastidioso”.

Pero en el fútbol uruguayo te chocas con ciertas barreras, ¿no?

Chocas con la ley del mínimo esfuerzo. Además no todo es dinero, aunque sí hay que reconocer que este puede ser una limitante.
Hay ejemplos muy claros: con pocos recursos Plaza Colonia fue campeón porque entrenó de forma profesional. El recurso no quiere decir de qué manera entrenas; se puede ser profesional con pocos recursos así como se puede tener muchos y no entrenar de forma acorde. Esto es lo que hay que hacerles entender a los directivos.

¿Que implica para vos ser formador de los futuros entrenadores de fútbol?

Es una exigencia diaria porque no es poca cosa. En Uruguay no se le da mucha dimensión a esto. La idea es que los alumnos que estudian aquí –ISEF- salgan preparados para lo que se van a enfrentar. No estoy yo solo sino que hay un equipo docente que tratamos, día a día, de ir cambiando y modernizándonos.

¿Cómo haces para estar actualizado?

Como en cualquier actividad creo que es necesario organizarse. Yo me planteo que debo tener 6 horas semanales dedicadas al estudio y por tanto trato de cumplirlas. Actualmente estoy decidiendo hacerlas temprano por la mañana, y después arranco el día. Es una forma de mantenerme informado en eso. Otra cosa que te nutre mucho es el intercambio con los alumnos.

¿Cómo es tener de alumnos a ex futbolistas con exitosas trayectorias?

A los cinco minutos el estudiante sabe qué tipo de docente tiene al frente así como el docente percibe enseguida que tipo de alumno está adelante. Siempre desde el respeto y de brindarnos a la clase. Si algo puedo decir es que nos brindamos totalmente y todo lo que humildemente podemos saber queda volcado en la cátedra.

TrayectoriaA nivel del fútbol como juego ¿qué cambios percibís?

Se ha transformado en una lucha por los espacios, y cada vez más se intenta reducir estos espacios. Las estrategias y sistemas de juego giran en torno a eso. Hoy en día lo más relevante es aparecer en el momento justo en determinado lugar.

Cuando se plantea la discusión de que es jugar bien o mal, considero que hay que partir de la estrategia que plantea el entrenador. Si ésta refiere a defenderse durante todo el partido y logra un buen resultado, seguramente para el entrenador se haya jugado bien.

No creo que alguien pueda tener el rango para concluir esas cuestiones. El entrenador sabe lo que planificó, y en torno a esto, aquello que salió bien y lo que no. Después hay gustos muy personales, pero eso ya es otra discusión.


¿Cómo es la formación de futbolistas en Uruguay?

Uruguay está muy bien en eso. De hecho, por necesidad, aparecen muchísimos futbolistas jóvenes en la primera división de los equipos. En Europa cuesta mucho más la promoción de futbolistas jóvenes. Cuando un futbolista uruguayo está debutando con 18 o 19 años, en países como España, este proceso se da sobre los 23 o 24 años.

De todas formas, en Europa han tomado nota de esto, y ahora en algunos contratos de los directores técnicos se especifica que aquellos futbolistas con proyección deben tener minutos en el primer equipo. Y es que a veces se genera mucho éxito deportivo pero luego venden los jugadores y ese proceso se interrumpe ya que hay que hacer nuevamente una inversión para comprar jugadores. En este sentido, lo que planteamos para los cuadros en desarrollo es que la reposición de los planteles se haga con futbolistas del club, ya que hacen al patrimonio de la institución.

¿Wanderers puede ser un buen ejemplo de esto?

Es un ejemplo de una visión a largo plazo, más allá de los cambios de directivos. El proceso lo inició Daniel Carreño y luego contrataron entrenadores que tuvieran una perspectiva similar.

Creo que es el modelo para el fútbol uruguayo, sobre todo de los equipos en desarrollo, y consiste en formar futbolistas y tener 3 o 4 tutores (jugadores con experiencia) que sirvan como referentes, que son necesarios desde todo punto de vista. El gran tema del entrenador es el de saber elegir esos referentes que son quiénes van a poder transmitir la idea.

Es casi una rareza en el fútbol uruguayo que un técnico permanezca casi tres años en una institución, ¿cómo viene el proceso en Club Atlético Juventud?

Llegué al club y faltaban 6 partidos para terminar el campeonato. Cuando se terminaron los partidos, ahí les presentamos un audiovisual a la institución y allí le hicimos ver lo que sería un equipo profesional. Encontramos gente con mucha apertura y les gustó la propuesta. Además, luego de una evaluación a los 6 meses, el proyecto incluía hacernos cargo de todo lo que refiere al área deportiva, que fundamentalmente sirve para trabajar en las formativas y captación.

Nos sentimos respaldados, apoyados en momentos difíciles y hoy está a punto de cerrarse en ciclo de trabajo donde los futbolistas que hace 18 meses estaban en un selectivo, hoy están participando activamente de primera división.

Y en el rubro de los resultados, ¿qué evaluación hacen?

La gestión económica del área deportiva ha sido altamente positiva. Primero porque todos los futbolistas que estaban libre y han ido a Juventud, luego de jugar allí han sido transferidos a equipos mejores. Estamos hablando de 20 futbolistas: Lolo Cabrera, Gastón Puerari, Matías Alonso, Matías Porcari, Matías Pérez, Martín Rodríguez, etc.

El equipo fue la oportunidad que tenían para volverse a insertar en el mercado. Después, la gran transferencia que tuvimos fue la de Jaime “Chinita” Baez y más acá en el tiempo ha sido importante el préstamo de Facundo Barceló a San Martín de San Juan. También la clasificación a la Copa Sudamericana fue muy relevante.

 juventudEl proyecto de C.A Juventud ¿le llega a los futbolistas?

Es la idea. Sabemos que la parte de presupuesto no es el punto fuerte, y le buscamos el atractivo por el lado de la infraestructura y la profesionalidad, donde el futbolista sienta que es una oportunidad para emigrar.

¿Con cuáles costumbres “luchas” en la convivencia y formación de los jugadores?

Lo que percibimos negativamente en las generaciones jóvenes es la falta de concentración, donde la comunicación entre ellos es cada vez menor, acaparada por el celular. Hemos tomado fotografías del vestuario donde se los ven conectados, sin interactuar entre ellos. Estamos trabajando en eso y a partir de ciertas reglas intentamos limitar un poco el uso a partir de que entran al complejo. Son cosas que en un futuro los va a favorecer.

¿Cómo se encuentra el Complejo de C.A Juventud?

De las cuatro etapas proyectadas en el plan, estamos en la etapa 2. Las canchas están bien, lo que nos estaría faltando sería una sala grande, multiuso, tanto para pasar audiovisuales como conferencias, y que el club también la podría arrendar; también una gran zona húmeda con spa y piscina climatizada para la recuperación de los deportistas y una cancha sintética de “padbol”, que por sus características son muy importantes para que en las formativas trabajen bien la técnica. Lo otro es que la casona que tenemos para concentrar quede como un centro de estudios y al mismo tiempo poder inaugurar el hotel en la concentración.

Son aspectos que estaban en el plan maestro y que dependen del presupuesto. Lo bueno es que todos los ingresos que hemos tenido han sido volcados en la parte deportiva, es decir, lo que produce el fútbol se vuelve a reinvertir en el fútbol, lo cual no es un tema menor.

¿El trabajo con drones para que te sirve?

La imagen de arriba nos permite compartir con el jugador sus aciertos y errores. Además te permite mayor comprensión de los movimientos y da más posibilidades de analizar. Esto lo usamos miércoles, jueves y viernes, todas las semanas. A veces lo compartimos con los jugadores y otras lo utilizamos para presentar las tareas con un audiovisual, donde por lo general refiere al entrenamiento anterior sobre el cual corregir errores.

Es un trabajo muy engorroso pero da resultados. También te permite compartir con el futbolista en el celular. Tratamos de elevar el rendimiento del deportista por diferentes vías.

¿Te gusta la forma de trabajo de Tabárez en la selección?

La comparto y defiendo. Es admiración la que siento respecto al proyecto. Además es gente con mucha trayectoria y muy abierta a compartir su experiencia.

Una cosa que es básica refiere a la confianza que Tabárez tiene con este grupo de jugadores. Además del conocimiento que se tiene de cada uno. En situaciones límites siempre salen adelante y creo que hay que respetar esos procesos. También es palpable el respeto y la admiración que tienen los jugadores hacia el cuerpo técnico de la selección. El que piense que no hay vigencia de este proyecto está muy equivocado.

A veces el análisis que se hace es desde un lugar donde no se maneja información, donde a veces se tiene una simple visualización. Todos estos jugadores han pasado por todos los procesos de selección, y lo otro que no es menor, es que Tabárez está todos los días trabajando en el Complejo Celeste, viendo todos los entrenamientos. Eso es fundamental.

¿Qué estilo de fútbol es el que te gusta?

A mí me gustan los equipos intensos y de posesiones directas, es decir, posesiones en la profundidad. Es muy difícil hacer un gol si la pelota está por delante de los defensores, por lo que hay que tratar de jugar entre líneas y ese es el tipo de fútbol que me gusta. Intenso, y hablando criollamente “ir para adelante”. Tratar de ser protagonistas. Nos puede ir bien o mal, pero lo que siempre decimos: “los partidos los jugamos, no los miramos”.

¿Cuáles técnicos tenes de referencia?

Los equipos que uno mira son con entrenadores de propuesta intensa: Simeone, Bielsa, Sampaoli. Si observas sus equipos continuamente pasan al ataque con una intensidad tremenda. La condición física pasa a ser una dimensión fundamental en esa propuesta de juego.

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