La ciudad de Catalina I, fundada en 1723 y ubicada a 1800 kilómetros al este de Moscú, en el medio de los Montes Urales, recibió el segundo partido del grupo A, donde Uruguay logró una agónica victoria en su debut mundialista frente a una durísima selección de Egipto, rompiendo con una racha de 48 años.
El cabezazo de Josema faltando dos minutos para la finalización del partido fue un desahogo para jugadores, técnicos e hinchas que vieron durante 88 minutos cómo la falta de puntería -y también de suerte- parecían llevar el partido a un empate cantado.
Es que Uruguay tuvo las chances más claras del partido en los pies de Suárez –en tres oportunidades, a pesar del fastidio con el que jugó – y también en el remates de Cavani, tanto en la pared que le tira Luisito, donde el Edi saca un zapatazo tremendo como en el tiro libre que después se transforma en el corner ganador.
Esto no quita que el dominio celeste no haya pasado por ciertos baches, donde los egipcios lograron manejar la pelota y llegar con peligro. El puntero derecho, Amr Warda se mandó dos moñas exquisitas, una frente al Pelado Cáceres y otra con el Guille Varela. Una de las virtudes de Egipto fue justamente aprovechar su velocidad en los movimientos con la que avanzaban y retrocedían en la cancha; muy ágiles, luego de atacar volvían a dos líneas de cuatro bien armaditas, nunca se los pudo sorprender de contragolpe. Ahí está la marca del D.T Héctor Cúper.
No se está acostumbrado a ver Uruguay tocar y manejar la pelota de la forma en que lo hizo en el Ekaterimburgo Arena; casi una obsesión por salir tocando y cuidando la posesión. Más de uno puede decir “jugamos como nunca y ganamos como siempre”, léase jugada de pelota quieta o “metiendo bochazoso para adelante”.
Ahora, si la tringulación que hicieron Vecino, Nandez y Suárez a los trece minutos del primer tiempo hubiera terminado en el gol de Suárez, que increíblemente le pegó muy mal, probablemente estaríamos hablando de uno de los mejores goles del mundial en tanto jugada colectiva porque esa acción arrancó con un pase de Muslera a Godín.
Como en cualquier laburo o actividad, ganar esta bueno, y te coloca con una disposición a asumir con optimismo, en este caso, al próximo rival que será Arabia Saudita, y por otro lado coloca una atención especial al partido que disputarán Egipto vs Rusia, donde un posible empate sería ideal para el objetivo celeste de clasificar a octavos.
El entorno
Para aquellos que nunca estuvimos en mundial, ver el nivel de infraestructura que tienen los estadios y servicios es imponente. Sillas, pantallas, sonido, estado del campo de juego, animadores. Por momentos sentís que en vez de estar viendo un partido de fútbol estás rompiéndote los ojos en una pantalla de playstation.
Ante tanta maravilla, era un poco difícil cumplir con la regla de que en la tribuna para prensa no se pueda tomar imágenes o grabar videos. La gente de la organización fue una y otra vez a solicitar a los periodistas que no lo hicieran, favoreciendo la creatividad comunicacional. Algunas estrategias eran girar la televisión para tapar la cámara, la otra era hacer como que uno estaba mandando un mensaje de vos antes que te agarraran con el celular por arriba de la cabeza. Che Fifa, muy buena la regla pero imposible de cumplir.
Se nota que la gente de la organización del mundial, y en este caso transmitido a los voluntarios – que están por todos lados – cargan con el mensaje de la simpatía, camaradería y buena disposición. Por momentos decís, no pueden ser todos tan amables. Te dan una mano en lo que puedas, aunque comunicarse sea muchas veces una epopeya.
Tuya, Catalina
Ekaterimburgo es una ciudad muy linda, pintoresca, donde se combinan algunos edificios construidos en la época soviética con algunas edificaciones nuevas.
El tema del idioma es una verdadera barrera. Al preguntar por alguna cuestión, la gran mayoría de los habitantes no maneja el inglés, y los que saben algo, transmiten tanta inseguridad con los gestos que la mayoría de las respuestas se consiguen luego de tres o cuatro consultas, como para asegurarse la información y no perderse.
Es una ciudad con una población de 1 millón 400 mil habitantes, y se encuentra a 1750 kilómetros al este de Moscú, siendo la primera parada del tren transiberiano. Ubicada sobre los Montes Urales, desde la vista del avión se puede percibir la inmensidad de estos, y cómo la ciudad fue adaptándose a la frontera natural que éstas “bajas” cordilleras determinan.
Con edificios muy altos, de 20 y 30 pisos, la arquitectura de la ciudad intercala grandes parques naturales junto a complejos habitacionales densamente poblados. Una de las características distintivas de la ciudad es la utilización de Trolebús para el transporte de pasajeros, a semejanza de Montevideo sobre la década de 1980. Para aquellos que tienen acreditación de prensa o fan ID –la acreditación específica para los aficionados – el pasaje es gratuito; para los que pagan el precio es de 20 rublos (12 pesos uruguayos).
Hablando de aspectos económicos, lo que realmente es muy barato es la comida. Aproximadamente con 100 o 150 pesos uruguayos uno puede almorzar o cenar. Por ejemplo, un refresco, más una pechuga de pollo y arroz con ensaladas cuesta en total 80 pesos uruguayos.
Ahora nos espera Rostov del Don, donde Uruguay jugará contra los saudíes y con la posibilidad de ganarle al rival más débil del grupo y prácticamente clasificarse a los octavos de final.
¡Vamos “Уругвай” (Uruguay)!