Pensar en torno a los medios de comunicación y el deporte lleva a analizar los desafíos que tienen por delante tanto los periodistas deportivos como las empresas periodísticas que los contratan.
Rómulo Martínez Chenlo y Ricardo Piñeyrúa son dos referentes en el periodismo deportivo uruguayo en cuanto al abordaje y encare de los temas así como a la independencia periodística que ejercen en cada uno de los medios en los que han trabajado.
En el marco del Foro “Medios y Deporte”, co-organizado por la Facultad de Cultura del Claeh y Zona Mixta, se dedicaron a intercambiar apuntes sobre las diferentes temáticas que hacen a la profesión periodística así como al entorno en el que ésta se desarrolla.
ENTRETENIMIENTO
Una tarea, que es harto compleja, refiere a cuáles contenidos selecciona el periodista para publicar. El mundo del deporte es muy complejo y tiene diferentes aristas que podrían ser analizadas y pensadas.
Desarrolla el «Profe» Piñeyrúa, “desde cual perspectiva miras el deporte, como integrante de un medio de comunicación, es algo muy complicado y se genera una situación muy compleja. Éste es un gran negocio y espectáculo, pero también es un juego. ¿Qué es lo que miramos en un partido? ¿Analizo solo el juego, el espectáculo, el entorno, el negocio, lo pongo todo junto? Este fenómeno trae aparejado otro gran problema: los periodistas, están transmitiendo el espectáculo de su patrón. Y allí hay una pérdida de dependencia, ya que los que tienen independencia de criterio no están en esos medios».
El gran atractivo de los deportes está en su carácter lúdico, y como tal, los resultados deportivos son siempre una incógnita. En ese escenario, donde se necesita nada más que una pelota, cuatro piedras y dos equipos, los medios de comunicación han logrado crear «El» producto de entretenimiento mundial.
Recuerda el «Profe» que “con Rómulo estuvimos juntos en el mundial de Italia (1990), donde existía una gran sala de prensa sin internet ni fax. Ese deporte era uno, y hoy –mediante el desarrollo de las nuevas tecnologías – es otro. Está claro que el deporte es un gran espectáculo y debe estar entre los primeros lugares de entretenimiento a nivel mundial”.
Los mercados juegan su juego, y hay procesos de mercantilización que son imparables. De hecho la conformación de los planteles muchas veces obedecen más a cálculos de audiencia que a rendimientos deportivos. Plantea el «Profe» que “la globalización es un proceso que no se puede parar. Cuando a la NBA llevan a jugar a un chino, no es porque sea mejor basquetbolista que uno de Estados Unidos, sino que la idea es que esa transmisión la vean –y vendan – para los chinos. Con la escala de nuestro país también formamos parte de eso”.
“La libertad es la ausencia de necesidad. Si los medios de comunicación empiezan a tener necesidades dejan de tener independencia. Uno trabaja en un medio que para vivir debe vender publicidad y para conseguirlo debe tener audiencia. Es muy difícil que puedas cubrir todo lo que pasa. Y probablemente existan deportes que si se difundieran serían interesantes. Por ejemplo, esos tres saltos de Emiliano Lasa hicieron que mucha gente prestara atención y también aprendiera las reglas del atletismo”. Ricardo Piñeyrúa
Por su parte, Rómulo percibe la necesidad de defender y ponteciar los contenidos locales, a modo de quitarle peso a ese proceso globalizador. “El tema es: ¿cómo protegemos nuestra información? Es mas redituable para los medios locales levantar un video de cómo fue el debut del hijo de Zidenine Zidane que pasar como salió Rentistas. Como periodista lo primero que tengo que hacer es informar, opinar, agregar más información. Me tengo que dedicar al deporte de aquí, con mis ciudadanos, mi localidad. Se trata de promover las posibilidades que tenga «mi» deporte. Aún creo que los informativos centrales marcan no solo la agenda de temas sino cada paso que damos en la vida. Y en el ámbito del deporte pasa lo mismo”.
REDES SOCIALES
Las nuevas tecnologías trajeron consigo la posibilidad de que los «antiguos» receptores se conviertan en productores de contenidos. Es más, se creó el término «prosumidor», que refiere a esa doble circunstancia de recibir y producir información.
Este fenómeno en el deporte ha pegado fuerte, y cualquier equipo o federación que maneje ciertas habilidades en redes sociales, rápidamente pasa a ser tema de conversación y referencia de los periodistas deportivos. Algunas cuentas de twitter como las de Plaza Colonia (@PlazaColonia) , No seas malo (@noseasmalotv), o el caso del proyecto Que vuelva la Celeste de Antes, son fenómenos exclusivamente digitales que han logrado generar acciones de comunicación interesantes y perdurables en la memoria.
Rómulo considera que “la cuenta Campeonato Uruguayo (@campeonatoauf) es muy importante porque desde el periodismo demandamos que haya buena información para apoyarnos ahí. Yo creo que es vital ese tipo de información… Antes las cosas pasaban cuando llegaba el diario a tu casa… hoy cuando te llegan ya pasaron muchísimas cosas. Todo esto genera muchos desafíos… También para las instituciones y comunicadores: cómo comunicar, cuáles son los medios que elegís para comunicar, cuáles son los grandes medios.”
El gran desafío para los periodistas deportivos está en poder jerarquizar y filtrar la gran cantidad de información que circula por las redes. Es casi una tarea artesanal que permanentemente está tentada de caer en la dictadura del «me gusta» y «retwitteo».
Comenta el «Profe» que «no sabemos hasta donde va a llegar el tema de la tecnología y las redes sociales. El fenómeno de las redes está cambiando las relaciones sociales. También se da una democratización de las comunicaciones. Ya no queda restringido en la voz de los protagonistas. A mí me parece muy difícil interpretar hacia dónde va a ese camino”.
LOS DEPORTISTAS COMO PARES
Existe cierta tendencia a catapultar a los deportistas por parte de los medios, en grandes estrellas con todo lo que implica: fama, dinero, prestigio. A su vez, también hay una tendencia en la que el periodista deportivo se convierte él mismo en «todo un personaje»… un líder de opinión canchero, simpático, que puede comentar todo y de todos.
A Rómulo lo exaspera un poco esto, o por lo menos lo deja entrever en lo siguiente, “con el periodismo deportivo la circunstancia de legitimación no existe… las cosas quedan banalizadas bajo el “éste no puede citar a éste» y punto… Faltan argumentos. No se analiza que ha cambiado el paradigma de la competición. Por ejemplo, ya no se trata de hablar de selecciones sino de verdaderos equipos. Podemos discutir de todo, pero esto es la base para engendrar que faltando una fecha del torneo integración no sepamos cómo termina el campeonato… es insoportable”.
La tarea periodística implica trabajar y dialogar con personas públicas, que más allá de la popularidad y niveles de rating que puedan generar, en todo momento son personas de carne y hueso, que pasan por las mismas dificultades que cualquiera.
“13ª0 ha sido uno de los pioneros en el desarrollo del periodismo deportivo uruguayo de los últimos tiempos. El tratamiento al deportista se modificó por completo… un tratamiento hacia nuestro igual… Parecería que el periodismo deportivo tiene diferentes prerrogativas para señalar defectos, virtudes, etc. Es un trato natural entre dos individuos mediados para amplificarlos. Hay gente que le gusta que haya un tratamiento técnico y también natural… creo que es esencial ese trato del periodista deportivo. Es nuestra vida, nos pasan las mismas cosas, y es necesario que estemos de igual a igual periodistas deportivos y deportistas”. Rómulo Martínez Chenlo
En el imaginario colectivo existe una cierta tipología de lo que es ser un “deportista uruguayo”, y en esto juegan un papel fundamental los relatos que construyen los comunicadores.
Percibe el “Profe” que “hay una tradición a glorificar aspectos como la capacidad de lucha. En Uruguay hay un precio al esfuerzo y la capacidad de sacrificio; son cosas que se amplifican y creo que de alguna manera la gente los valora. somos un país donde se aplaude mucho más una raspada que una moña. Tengo la sensación de que tener un mote o apodo por parte de un relator es un gran mérito… es un escalón de reconocimiento que después se transforma en algo que caracteriza”.
Cuesta saber cómo será el futuro del periodismo deportivo uruguayo, pero las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías han abierto la posibilidad a que propuestas alternativas se hagan un lugar en la agenda mediática tradicional, colocando productos originales e interesantes.